El domingo 24 de abril, Día de la Familia en Paraguay, se llegó a la bendición de nuestro pórtico de entrada al terreno del futuro Santuario en el Sur, cuya conquista se había preparado antes de la pandemia, quedando en suspenso por dos años. Para ello esta semana se revitalizó el proceso mediante un triduo de rosarios en la Ermita.
Es por eso que escribiendo nuestra historia queremos compartir con la familia éste hermoso momento con las palabras que fueron utilizadas durante el rito de bendición:
“Buenos días… sean todos bienvenidos… En este Día de la Familia nos hemos reunido para la bendición del “Pórtico de Acceso al terreno del futuro Santuario de Nuestra Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt”, nuestra entrada a la “Tierra santa, mariana, schoenstattiana” en la “Nación de Dios”, signo de nuestro anhelo de tenerla en medio nuestro.
Un pórtico puede ser una simple construcción, una fachada para hermosear una casa, o estar cargado de significados, por ejemplo: “entrada a un lugar sagrado”, “paso que damos para alcanzar una meta y que requiere compromiso y sacrificio».
La bendición del pórtico, nos recuerda que cada uno de nosotros está llamado a ser un santuario vivo, construyendo la nueva sociedad con los pilares de la Nación de Dios: verdad, justicia y amor, trabajar día a día por una Cultura de Alianza, una cultura de vínculos, del encuentro con el hermano y con Dios, comprometerse a formar una familia estrechamente unida, animada por un fuerte espíritu apostólico, una cultura del trabajo y el bien común.
Este pórtico nos indica y señala el acceso al futuro Santuario como nuestro hogar, nuestro lugar de gracias para toda la comunidad.
Que al cruzar este pórtico, recordemos este día de gracias y bendiciones y así nuestros corazones se renueven en la misión de ser santuarios vivos.
Que cada miembro de esta gran familia de Schoenstatt en nuestra Diócesis se sienta protagonista en este proceso de fundación, con el testimonio permanente y con una activa participación en nuestra iglesia.”
A continuación monseñor Francisco Javier Pistilli Scorsara, quien nos acompañó fraternalmente, procedió solemnemente a la bendición del Pórtico y luego junto a toda la familia peregrinamos hasta el sitio en el que se construirá el futuro Santuario. Allí, alrededor del mismo, tomados de la mano como eslabones de una sola cadena fuerte, unida y comprometida, abrazamos el compromiso de construir juntos nuestro anhelado Santuario.
Agradecemos especialmente a los coordinadores de la obra de la Diócesis de la Santísima Encarnación.¡Qué emocionante vivir cada momento en este proceso de conquista del futuro Santuario en el Sur, como FAMILIA Unida!. ¡Qué gusto reencontrarnos después de tanto tiempo y de tantas cosas vividas en estos últimos dos años! Los tiempos de Dios son perfectos y hoy en el día de la familia, Jesús estuvo en cada detalle en el día de la Divina Misericordia; no hubo lluvia, fue un día soleado y hermoso, veíamos a los niños corriendo como en su casa, todos compartiendo.
¡Qué gusto estar en este lugar, nuestro nuevo hogar! Gracias a todos por ser Santuarios vivos en esta convocatoria. Recién comenzamos y seguiremos fieles a nuestra misión
