Más de 200 miembros de la Juventud Masculina. La presencia de los nueve jefes de Rama actuales. Presencia de todas las ramas donde hoy existe JM.
A simple vista, la cantidad parece demostrar un gran éxito, y en parte lo es, porque volvimos a vernos, volvimos a congregarnos como Juventud Masculina del Paraguay.
Pero los números son simplemente un dato. Un dato que puede mostrar algo, pero no nos dicta el camino. Nos volvimos a encontrar porque estamos convencidos que “algo” más grande mueve nuestra vida.
Ese “algo” llamado “Corazón de Fuego, ROCA de la Patria” es el ideal que nos conquistó y nos llama a seguir construyendo el país que soñamos. Dentro de la diversidad de cada rama del país, el ideal nos congrega, nos hace un solo latir.
¿Por qué volver a congregarnos a esta magnitud?
La Juventud Masculina necesitaba verse, necesitábamos volver a descubrir que no estamos solos en Asunción, Ciudad del Este, Encarnación, Ayolas, Concepción, San Lorenzo o Villarrica.
Y lo hizo en una jornada cargada de momentos de oración, comunidad, y por sobre todo agradecimiento, a Jesús y a la Mater por todo lo vivido durante estos 20 años, cantando “Corazón de Fuego” una y otra vez, adorando a Jesús durante toda la noche, comiendo un buen choripan, durmiendo prácticamente nada y escuchando testimonios del peso del Ideal en sus vidas como lo son los testimonios del P. Lucas, del P. Cristián y de nuestro querido seminarista paraguayo Ramón. Fue como toda Jornada JM debe ser: marcada por un gran espíritu.
Además, con una clara conciencia de la situación que nos encontramos a nivel país, uno de los debates finales entre los Jefes de Rama era el rumbo apostólico de nuestra Rama a nivel país.
“Las nuevas playas” y el sentir de nuestra gente nos marcan el pulso rumbo a una nueva manera de vivir el apostolado. Un apostolado que nos una, que nos humanice y nos permita soñar juntos.
Sobre la juventud recae la Esperanza de todo un país, un país aún dormido, dormido en sus instituciones y derechos, que en algún momento debe despertar, y Dios mediante que sea a través de una Juventud Masculina dispuesta y entregada a amar y soñar un Paraguay mejor.