Raimundo, más conocido como «Rai» vive en la ciudad de Santa Rita, tiene 10 años y es Misionerito de la Virgen de Schoenstatt desde el año 2016, junto a su hermana Ernestina Llano, comprometidos con el apostolado de la Campañita.
Este año sufrió un accidente de caballo, fracturándose la muñeca, una cirugía que a simple vista parecía sencilla, solo que con el trascurrir del tiempo tuvo una complicación que le llevó a realizarse una segunda cirugía, debido a una infección en los huesos a raíz de la fractura, esto causó una verdadera preocupación en todos nosotros, sus padres y allegados.
Con fecha para nueva cirugía y unidos en oración, la familia entera, amigos, compañeros Misioneritos, rezábamos por él, para que todo salga según la voluntad de Dios; antes de entrar al quirófano como madre, le pido de todo corazón a la Mater: “Querida madre te pido en este momento tu intersección para que Rai esté rodeado de Ángeles que le custodien durante su cirugía, que en todo momento sea tu hijo Jesús el médico de médicos que intervenga a mi hijo”; fue entonces cuando tocan la puerta de la habitación, preparándole ya para el traslado de la cirugía, cuando entra un médico, se presenta y luego observa la imagen Peregrina de mi hijo que en todo momento estuvo en la mesita de la habitación, a lo que pregunta: ¿Quién es el misionero/a de esta habitación?, y le respondo: ¡Es el Paciente doctor!; ¡Ah qué bueno! dice el doctor, yo soy el anestesista que acompañará a su hijo en la cirugía y también soy Misionero de la Virgen de Schoenstatt.
En ese mismo momento pudimos comprender que nuestras oraciones habían sido atendidas, la Mater nos mostraba que él iba a ser el Ángel que habíamos pedido y que le iba a custodiar a mi hijo durante la operación. Nos abandonamos en la inmensa misericordia y el amor de Dios y los nervios se fueron calmando.
Hoy Rai, luego de que la cirugía sea un éxito se recupera, con muchas ganas de que ya pronto pueda retomar su misión, de seguir más fuerte que nunca siendo Misionerito de la Campañita del Rosario, mientras como familia nos sentimos más fortalecidos gracias a la intercesión ante Jesús, de Nuestra “Madre y Reina tres veces Admirable”.